martes, 26 de agosto de 2014

LOS LIBROS DE TEXTO: UN GASTO INNECESARIO

Se acerca el inicio de un nuevo curso escolar y comienzan a escucharse las noticias sobre lo que costará a las familias "la vuelta al cole" (a pesar de que nuestra Constitución habla de enseñanza "obligatoria y gratuita").   El tema no es nuevo y todos los años, por estas fechas, vuelve a la actualidad.  Siempre he tenido la idea de que es una discusión absurda: hace más de 10 años que no utilizamos libros de textos en el Tercer Ciclo de Primaria.
Y mira tú por donde se añade a las razones pedagógicas, que ahora comentaré, otro motivo más: el gasto innecesario y desorbitado de los libros de texto (cuyo único motivo es el negocio de las editoriales y otros grupos de presión (luego volveré a este punto, que es muy curioso). Y más teniendo en cuenta la crisis que estamos padeciendo unido a los recortes en becas, la subida de impuestos y la bajada de salarios.  Hasta la propia Consejería de Educación recomienda a los centros "limitar" el uso de los libros o al menos tener en consideración otros criterios (descarga de recomendaciones a los colegios)(usar materiales digitales, potenciar la biblioteca, elegir lo más económico, etc...)




Vayamos al asunto clave:  en mi opinión no se trata de ¿libros sí o libros no?. Libros de texto, sí, siempre que no se trate de un ÚNICO LIBRO DE TEXTO para todos los alumnos.  En un aula encontramos siempre al menos 3 niveles (aunque cada alumno es por sí mismo diferente), referido a intereses y capacidades. El libro de texto supone una PROPUESTA ÚNICA, cerrada, dirigida a todos los alumnos: los más avanzados (para los que el libro se "quedará corto"); un grupo intermedio (al que el libro puede servirle de referencia) y un grupo de alumnos con dificultades ( al que el libro le queda muy lejos de sus posibilidades).  En definitiva, si nos planteamos ATENDER A LA DIVERSIDAD de la mejor manera posible no podemos trabajar con un libro de texto para toda la clase.
Por otro lado, el libro de texto supone la desprofesionalización del maestro. El libro suplanta al profesor y se convierte en el referente máximo: dice qué se enseña, qué ejercicios deben realizar los alumnos, qué preguntas deben hacerse sobre una lectura y hasta nos índica qué debemos evaluar en cada tema. No se tienen en cuenta las diferencias individuales  y NO RESPETA LOS RITMOS DE TRABAJO, los ESTILOS COGNITIVOS de cada alumno.  Como docente me niego a que unos señores de una editorial me digan qué lectura debo utilizar con mis alumnos (que ellos no conocen), qué preguntas debo hacerles, qué preguntas debo realizar en los exámenes, qué es importante y qué no, ... Si fuera así ¿en qué consiste exactamente la tarea de "ser profesor"? ¿en "aplicar" lo que viene en los libros y las guías?  Creo, sinceramente, que ser profesor el algo más complicado. Creo que nadie mejor que el profesor, que conoce a todos sus alumnos, para seleccionar los contenidos, diseñar los materiales, preparar preguntas y planificar la evaluación dentro de un plan de trabajo ajustado que dé respuesta a las necesidades reales de sus alumnosNadie puede suplantar al profesor. (pensemos lo absurdo de creer que pueden ser útiles los mismos contenidos para alumnos de una aldea rural o un centro urbano de una gran capital; de un colegio en zonas deprimidas o en entornos de clase alta;  o para los alumnos de un mismo centro año tras año, como si todos los grupos fueran exactamente iguales).
El libro de texto, además, transmite una visión muy negativa del propio aprendizaje.  Si aprender (como decía en el post anterior de este blog) es repetir lo que aprendo de memoria, el libro es una buena opción.  El conocimiento es entonces algo inmóvil, fijo, ya determinado, que puede "aprenderse" de memoria y "volcado" en un control y el alumno será bien evaluado cuánto más se parezca su respuesta al original). Si aprender es construir conocimiento, crear y apropiarse de los contenidos, el libro deja de ser fundamental.  Hoy día, con la introducción de las TIC en las aulas, no hay excusa para no enriquecer  las clases con el uso de otros materiales. La visión antigua de que los alumnos son "cubos que hay que llenar" mientras asisten pasivos ante la autoridad del que sabe (profesor o libro, da igual) ha dejado de ser válida en el siglo XXI. Los alumnos son, cada vez más, "hogueras que hay que encender" y prepararles para la vida que van a vivir y las nuevas exigencias de una formación profesional y personal que hoy demandan los nuevos tiempos.
Claro que los libros dan comodidad y seguridad. Tanto a profesores como a vosotros, los padres y madres de alumnos. Pero creo que es una seguridad falsa porque ayuda a transmitir esa idea de aprendizaje que antes he expuesto y que va a perjudicar gravemente la formación de los alumnos como estudiantes autónomos, críticos, reflexivos..
¿libros?, claro que sí,  libros muchos, de distintas editoriales y distintos cursos;  libros de texto pero también de lectura, de consulta, diccionarios, enciclopedias; pero no solo un libro de texto. De todos modos, más importante de esta discusión sobre los libros es el asunto del aprendizaje que traté en el post anterior. Si no utilizo libro de texto pero lo cambio por apuntes pero la actividad de alumno sigue siendo receptivo/pasiva no habremos avanzado nada.(lo mismo que si cambio la pizarra por otra digital pero sin que cambie la tarea del alumno).  Soy partidario de metodologías activas que promuevan un aprendizaje cooperativo, reflexivo, con participación activa del alumnado. En Primaria no hay nada más importante que "enseñar a pensar" y "aprender a aprender" y todo eso cuaja muy mal con metodologías basadas en un único libro de texto. 
 
No quiero que resulte cursi o prepotente mi última reflexión pero no creo en la falsa modestia. El reconocimiento que hemos recibido por  nuestro trabajo en los últimos años  ( a través de proyectos de trabajo,  de grupos cooperativos, de uso creativo de las TIC...) viene a confirmar mi idea de que vamos por buen camino ( Finalista en los IV y V Premios Impuls a la mejor actividad de integración TIC en el aula; Finalista en el Congreso Internacional Educared en modalidad  Experiencias Didacticas;  Finalista Premio Acción Magistral 2012;  Sellos de Calidad en proyecto eTwinning; Premio Europeo 2014 en promoción lengua española; Sello Buenas Prácticas Iberoamericanas Leer.es;...).  Expertos españoles e internacionales han reconocido el valor de nuestra propuesta y lo acertado del planteamiento pedagógico.

 
 
Hasta aquí mis reflexiones sobre este tema.
 
Para terminar, si alguien le interesa,  dejo algunos datos sobre el NEGOCIO DE LOS LIBROS DE TEXTO:
 
El negocio de los libros viene determinado por las presiones de dos grupos económicos: la Iglesia y las Editoriales.
 
El primer grupo empresarial en volumen de negocio lo constituye la Iglesia Católica, que no satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del estado, ha tejido una maraña de empresas omnipresentes en el ámbito educativo. La Iglesia es propietaria –total o parcial- de las siguientes editoriales:
Grupo SM: Fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa "Santa María".
​* Grupo Edebé: Fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel.
Editorial Edelvives: El Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan "humanismo cristiano".
Editorial Bruño: Fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada "Publicaciones Generales Bruño-Salvat" que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf...
Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos públicos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica.
El segundo grupo son:

* Hachette Livre. Precisamente, otro importante beneficiario es el grupo Hachette que, aparte de la editorial católica Bruño, también se hizo en 2004 con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Este grupo es propiedad del conglomerado francés Lagardère que, además de dedicarse a la publicación, tiene una línea de negocio armamentística a través de la sociedad EADS, creadora, entre otros proyectos, del Airbus.

Grupo PRISA. Es el gigante de la comunicación española, propietario de El País, la Cadena Ser, etcétera. Su sección de negocio editorial lo comprende la Editorial Santillana, de la que recientemente ha vendido un 25% del capital al fondo de inversión estadounidense Liberty.
El nuevo consejo de administración de PRISA está integrado por personajes como Ernesto Zedillo, expresidente de México bajo cuyo mandato se produjo el levantamiento campesino del EZLN, Nicolas Berggruen, con un patrimonio personal de más de 2.000 millones de dólares o, como no, Juan Luis Cebrián, hijo de Vicente Cebrián, importante cargo de la prensa franquista y director del diario Arriba de la Falange.