sábado, 16 de mayo de 2015

Los deberes ¿sirven para algo?

Acabo de leer en twitter esta noticia:




Los deberes escolares es un asunto que siempre está de actualidad. Muchos de los padres/madres que leáis estas líneas os estaréis preguntando que dónde está el debate porque no tenéis ninguna duda de que los deberes son absolutamente necesarios. Muy al contrario, otros tendréis justo la opinión contraria: no hay debate porque los deberes son absurdos y deberían desaparecer.  Y algunos, quizá mantengáis la duda y no tengáis formada una opinión clara.

En la prensa podemos leer opiniones para todos los gustos:

DEBERES ESCOLARES ¿RUTINA NECESARIA O CONDENA? (EL PAÍS)


CARGADOS DE DEBERES (EL MUNDO)

DEDICAR MÁS DE 4 HORAS DIARIAS A DEBERES ES INÚTIL (LA VANGUARDIA)


Vayamos al tema.  Lo que es una evidencia es que España es uno de los países que más deberes manda (6,5 horas de media) y, sin embargo, no sitúa a nuestro país entre los países con mejores resultados educativos según todas las evaluaciones internacionales. En muchos países, los deberes están incluso prohibidos en la etapa de Primaria.


En mi opinión, el debate deberíamos situarlo en otra dimensión. No se trata de deberes SÍ o deberes NO. Quizá lo primero sea aclarar de qué hablamos cuando hablamos  de DEBERES ESCOLARES.

Si  se trata de alargar la jornada del alumno con tareas repetitivas, idénticas a las practicadas en el aula; tareas iguales para todos los alumnos que solo suponen más "cantidad" de cuentas, lecturas o problemas... mi respuesta sería decididamente en contra. Además, creo que cuando un alumno se enfrenta a ciertas tareas debe hacerlo en presencia de su profesor: nadie mejor que él para guiarle en su aprendizaje, aclarar dudas, plantear retos, y medir la ayuda justa que promueva un aprendizaje autónomo y significativo. Muchas veces las "ayudas" en casa (padres, profes particulares, academias, hermanos mayores....) no están medidas y hay alumnos que simplemente "hacen" los deberes o se los hacen sin que ello suponga ninguna mejora en su aprendizaje real.  Cinco horas en el aula deberían ser suficientes como horario "laboral" del alumno. Quizá debamos cambiar algunas prácticas educativas en las aulas para lograr un aprendizaje más eficaz y duradero; pero ése es otro asunto.

Si los deberes consisten en tareas que promuevan la creación de un hábito de trabajo o de estudio que les será necesario a lo largo de toda su vida (no solo escolar o laboral); tareas que potencien la reflexión, el pensamiento crítico, la búsqueda y selección de información, la opinión personal, la creatividad ..entonces, mi respuesta sería decididamente a favor. Ello supone realizar tareas individualizadas, diferentes según las necesidades de cada alumno y que, en ningún caso, suponen una carga extra o una forma de alargar la jornada escolar.





Entonces, ¿para qué mandan deberes los profesores?

Según declaran en algunos estudios los profesores dicen que....

- para mejorar el aprendizaje y fomentar el esfuerzo
- para crear hábitos de estudio y disciplina
- porque no da tiempo a ver todo en clase
- porque los padres lo demandan
- porque son necesarios
- porque no van a estar toda la tarde sin hacer nada.

Personalmente, creo que el aprendizaje no necesita deberes para ser reforzados si se crean en el aula contextos de aprendizaje de calidad; mis alumnos se esfuerzan cada día así que no necesito deberes para fomentarlo, necesito un diseño de clase atractivo y motivador; en mi clase "da tiempo a ver todo" ya que no uso libro de texto y tienen cabida multitud de contenidos. Sobre las últimas afirmaciones...caen por su propio peso: nadie está apostando por estar "sin hacer nada", igual que no creo que nadie esté en contra de crear "hábitos de esfuerzo, estudio o disciplina".

Si analizamos bien los hechos y todas las investigaciones internacionales, nos encontramos con estas evidencias (poco cuestionables, son hechos, no opiniones): 

- no tienen como consecuencia una mejora del rendimiento de los alumnos.


- producen desigualdades sociales (como denuncia la OCDE), o al menos, las mantienen o profundizan, ya que hay familias que por sus condiciones económicas, sociales y culturales pueden "ayudar" a sus hijos, mandarles a "clases particulares"... y otras familias no pueden. Muchos padres tienen horarios laborales que les hace imposible prestar esa ayuda a sus hijos.



- Son motivo de tensiones familiares: castigos, amenazas, discusiones.... La vida familiar gira muchas veces en torno a los deberes.Además de las tensiones escolares (castigarles o recriminarles "venir sin deberes", dejarles sin recreo, expulsarles de clase mientras se corrigen, bajarles las notas... ) 



-Crean cansancio y rechazo entre muchos alumnos y suponen un problema añadido para los más desfavorecidos o con más dificultades.


- Impiden o dificultan realizar otras actividades (deportivas, culturales, familiares...)




En definitiva, y como decía al comienzo, la clave está en qué tipo de tareas se mandan. Para mí deben ser tareas complementarias y no continuar con las tareas escolares realizadas en el aula (más cuentas, más problemas, memorizar de forma inútil y poco productiva, ....).  Voy a mojarme más aún:  aclaro, de entrada, que no soy teórico de nada, soy un simple maestro que tras 25 años en la docencia en Primaria habla desde su práctica, de su experiencia en el aula. Confieso que hace tiempo eliminé los deberes , digamos "tradicionales". (Igual que el libro de texto o las notas escolares tal y como las entendemos, pero no pretendo ahora echar más leña al fuego, ya habrá tiempo).  No me aportan nada para el aprendizaje de los alumnos, salvo algunos conflictos con los alumnos que más dificultades tienen. Además, como profesor hay tareas que no quiero perderme, que quiero realizar con mis alumnos, primero para ayudarles  y guiarles y ,en segundo lugar, para disfrutar del proceso, porque verles aprender, emocionarse, implicarse en la tarea... reconforta a cualquier docente. 



Los "deberes" que suelo poner van en esta dirección, tareas que en muchos casos incluso pueden realizarse "en familia" ya que necesitan de la "colaboración" de padres, madres, abuelos, abuelas, hermanos...

- realizar alguna lectura previa para su trabajo posterior en el aula
- redactar opiniones o comentarios a partir de una noticia o entrada en un blog de aula
- grabar un poema para practicar su recitado
- buscar alguna palabra en el diccionario para mejorar el vocabulario
- ensayar una exposición oral
- realizar alguna fotografía para su uso en el aula
- ilustrar un cuento o realizar un dibujo para un trabajo escolar
- participar en tareas colaborativas mediante wikis, blogs u otras herramientas TIC 2.0
- para aquellos alumnos con dificultades específicas podrían plantearse un trabajo "especial" con tareas concretas, motivadoras que compensen su desfase curricular o sus lagunas de aprendizaje.
-etc.... (programas de cálculo mental, mejoras de la velocidad lectora, memoria visual para la mejora de la ortografía, etc...)





sábado, 20 de diciembre de 2014

VUELVEN LAS NOTAS POR NAVIDAD



Llegó Diciembre: la Navidad, el frío y… las notas escolares. Diciembre es tiempo de calificaciones y todos los años las notas vuelven a casa por Navidad.  La evaluación sigue marcando los ritmos en nuestras escuelas. Dividimos los tiempos escolares en evaluaciones. Llegó la primera evaluación: 19 de diciembre de 2014.  Junto a villancicos y turrones, llegan las notas, los exámenes, los controles, los trabajos,…para los alumnos, claro. Porque la evaluación llega sólo para ellos, nuestros alumnos. La evaluación de los profesores y los centros escolares puede esperar….de aquí a la eternidad, incluso.

Y con los primeros villancicos,  los docentes nos enfrentamos a la tarea (compleja y controvertida tarea)  de plasmar en un papel, a través de un número, el progreso de cada alumno/a, los avances y logros conseguidos, las dificultades encontradas. En el mejor de los casos, incluiremos, junto a ese suficiente o notable, algunas valoraciones sobre el rendimiento del alumno o algún consejillo junto a un entrañable “Feliz Navidad”.

Los alumnos y las familias esperías ansiosamente y con nervios “el gran día”: la entrega de las calificaciones.  Alegría, felicitaciones y fiesta o, bien, castigo, enfados y reproches. Esas serán las consecuencias del día D, hora H.  Y es que las notas se han convertido, desde siempre, en un momento decisivo en la percepción que tenemos del sistema educativo y en referencia para valorar si los niños y niñas “van bien” en la escuela.  

Y es curioso, que siendo la escuela uno de los lugares donde más se evalúa y califica, sea uno de los sitios donde menos se cambia o se cambia más lentamente.  Pensad en un cirujano de hace 60 o 70 años que quisiera volver a ejercer. Los avances científicos, médicos y tecnológicos se lo impedirían. ¿Y si un profesor volviera a dar clase, tras esos 70 años? Podría empezar como dijo Fray Luis de León tras sus años de ausencia, con su… “Decíamos ayer…”, las clases no han cambiado mucho y podría ejercer en nuestras escuelas sin mucha dificultad. ¿Esto no nos hace recapacitar sobre qué sucede en nuestras aulas?

 La evaluación tal y como la realizamos deja al descubierto  muchas preguntas ante las dificultades de tipo técnico y, sobre todo, de tipo ético.

Normalmente los profesores utilizamos controles, exámenes, salir a la pizarra, observación, revisión de cuadernos…aunque el principal instrumento es la realización de controles o pruebas escritas.  Todos, a buen seguro, nos consideramos justos y ecuánimes a la hora de evaluar. Las notas son una estrategia fuertemente institucionalizada que resulta difícil desplazar por otros procedimientos. 

 De hecho hay docentes y escuelas que llevan a cabo experiencias innovadoras referidas a contenidos, metodología, organización del aula,… pero cuando llega el momento de evaluar....volvemos al “separar las mesas, no podéis hablar, tenéis 45 minutos, silencio”. La vida del aula se ve transformada cuando llega la evaluación: cada alumno en su lugar, el silencio imperante, el nerviosismo, las dudas, la negación de cualquier movimiento o conducta que pudiera resultar sospechoso; el miedo. Las evaluaciones son vividas con miedo, con preocupación y con nerviosismo.  Es, supuestamente, el momento clave donde nuestros alumnos van  a demostrar “lo que saben” y lo que marcará, para bien o para mal, buena parte de su futuro. 

¿Para qué evaluar?

¿Y todo esto para qué? En primer lugar, para clasificar  al alumnado. Las notas cumplen una función de selección y clasificación entre “buenos” y “malos” alumnos, en cierto modo, entre “vencedores” y “perdedores” porque para ser el mejor o el primero de la clase, alguien debe ser el último o el peor. Seguimos etiquetando a los alumnos con respecto a su grupo y así son notables o sobresalientes. Sirven para promocionar a los que “valen” para estudiar y los que no.  Incluso cuando intentas no caer en esa tentación te encuentras con la incomprensión de muchas familias. Quizá tú mismo, que lees estas líneas. Aunque quizá no te hayas parado a reflexionar sobre las notas escolares. Te invito a continuar y compatir esta reflexión juntos.

 Clasificar se ha convertido en una demanda social.  Es la manera de saber “cómo va” tu hijo. ¿Pero y ese notable sería igual  si el alumno estuviera  en otro grupo? ¿Y con otro profesor? ¿Qué información os aporta a unos padres o al mismo alumno que esté mejor o peor que otros compañeros? ¿Reflejan realmente las notas el rendimiento de un niño desde un punto de vista de su formación integral, que, en Primaria, es nuestra meta educativa?
En primer lugar, habría que ponerse de acuerdo en los términos: qué entendemos por “aprendizaje”, qué es para nosotros el “rendimiento” y en qué consiste “evaluar”.  Y no es tarea fácil.

¿Qué evaluamos?
¿qué estamos evaluando? La mayoría de los docentes programamos las unidades didácticas mediante contenidos a enseñar o siguiendo las lecciones del libro o de la guía didáctica; así que, probablemente, evaluemos contenidos. Ya sé que algunos dirán que evaluamos toda clase de contenidos: conceptuales, procedimentales y actitudes y me hablarán de los tipos de evaluación, etc., etc... Pero, seamos sinceros, al final los controles miden lo que miden.  Los alumnos lo saben bien.  Y los padres también. Lo que no se evalúa no tiene importancia. Lo que “entra” en el examen es lo esencial. ¿Esos resultados serían así, de evaluar otras cosas: capacidades o competencias? Quizá con nuestras decisiones sobre qué evaluar estemos transmitiendo una idea del aprendizaje equivocada (que choca frontalmente con las orientaciones que marca, por ejemplo, PISA), un aprendizaje memorístico y repetitivo, donde el volcado del conocimiento tal  y como “dice” el libro de texto o los apuntes del profesor, se valora como aprobado.

Las notas miden lo que miden. Ni más ni menos. Miden los conocimientos que los alumnos han adquirido en las distintas materias; pero aquellos conocimientos que pueden medirse y que han querido medirse. Con objeto de garantizar dicha objetividad se limita la evaluación a lo más fácilmente medible, evitando todo lo que pueda dar lugar a respuestas imprecisas. Hay una parte importante en la formación integral de un niño que no se mide con las notas: los planteamientos cualitativas, necesariamente imprecisos, con que se abordan las situaciones problemáticas, la invención de hipótesis,  su capacidad de reflexión, su pensamiento crítico, su creatividad, los valores sociales y personales, la sensibilidad artística, su capacidad creadora, su originalidad, … No podemos seguir considerando las notas como un fin. Todo el trabajo de un trimestre no puede reducirse, ni terminarse con un número en un papel. La evaluación es el medio para llegar al fin: el logro de los objetivos escolares. La evaluación nos ayuda a los profesores a mejorar el proceso de enseñanza y debe ayudar al alumno a mejorar su proceso de aprendizaje: a superar dificultades, a aplicar otras estrategias, a diseñar otro plan de acción, a modificar su actividad.

No digo yo que aquella evaluación no haya que hacerla. Incluso estos controles escritos pueden ser positivos pero creo que debemos analizar su estructura, el modo de presentación, el tipo de conocimiento que persigue…Unas preguntas que suelen buscar un conocimiento lineal, convergente y sobre todo, encapsulado en los contenidos del libro de texto o del cuaderno. El conocimiento dista mucho de ser un conocimiento fundamentado en la confrontación, el contraste, el análisis, y la reelaboración; es un conocimiento automatizado, edificado a partir de la repetición y la reproducción de esquemas establecidos.  Claro que sí, la evaluación también incumbe al aprovechamiento que el alumno realiza en el aula. Lo que digo es que ésa no es la única finalidad y, desgraciadamente, en la práctica,  suele serlo. De hecho, las únicas medidas que se toman son darle ciertas recomendaciones a la familia como “tiene que estudiar más”, “no se esfuerza”, “es un vago”, “no hace los deberes”, ..Si fuera así, qué fácil sería todo. Pero creo que no lo es.

Podríamos hablar también de la misma fiabilidad y validez de los instrumentos de evaluación. La confección de una prueba o examen no es tan sencilla como parece y exige conocimientos de estadística tanto para su elaboración como para su corrección.   Hay dudas más que razonables sobre la validez, fiabilidad y coherencia de los exámenes o pruebas y si miden lo que dicen medir. La corrección, igualmente, se realiza sin rúbricas de evaluación o indicadores de logro; tan solo con la apreciación del profesor, casi “a ojo de buen cubero” o con referencia al enunciado del libro de texto. Cada profesor establece sus propios criterios y procedimientos de evaluación y tiene un nivel personal de exigencia.  Algunos docentes usan las notas para intentar regular la conducta de los alumnos, otros para sancionar, otros como supuesta motivación para el esfuerzo,… Son numerosos los estudios que confirma la subjetividad de la evaluación a pesar de utilizar estándares  evaluables. ¿Qué parte de la nota corresponde no al esfuerzo del alumno sino  a otros factores: el método de enseñanza utilizado, los recursos disponibles, los contenidos escolares, el nivel de exigencia, las expectativas del profesor, la confección de las pruebas, el tipo de evaluación realizada, la propia definición de las metas educativas?

 Por una parte, esos estudios muestran hasta qué punto las valoraciones están sometidas a amplísimos márgenes de incertidumbre y, por otra, hacen ver que la evaluación constituye un instrumento que afecta muy decisiva­mente a aquello que pretende medir; dicho de otro modo, los profesores no sólo nos equivocamos al calificar sino que influimos decisivamente en las calificaciones: nuestras expectativas, nuestras concepciones, nuestros métodos, nuestras decisiones sobre qué y cómo enseñar y qué y cómo evaluar marcan también el rendimiento académico de los alumnos.

¿Cuándo evaluar?

No ya en qué momentos del curso (ya, ya  sé que la evaluación es inicial, sumativa y final, continua, de diagnostico…bla, bla, bla…). Pero seguimos dividiendo el curso escolar en evaluaciones con su correspondiente entrega de boletines de calificaciones.  Hacer esto conlleva separar la evaluación de los procesos de aprendizaje y situarla al final del camino, como rendición de cuentas exclusivamente. Hemos confundido la “evaluación continua” (que ya establecía la Ley General del 70) con “estar continuamente evaluando”. Además, ya desde pequeños podemos ver alumnos de 6 o 7 años con exámenes calificados con notas, incluso con decimales. Así lo indica nuestra nueva y brillante ley educativa y no parece que a las familias os provoque ningún problema.

 La evaluación es el instrumento básico que tiene el profesor para ayudar a sus alumnos, independientemente de cuándo realice esa evaluación. Si queremos de verdad que la evaluación se integre en el proceso de aprendizaje, hagámoslo. Dejemos de enfrentar a los alumnos a esas situaciones de control, donde les sentamos solos delante de su hoja en la que supuestamente demostrará sus conocimientos adquiridos. Seguimos separando los momentos de las tareas de enseñanza con el momento de la evaluación.

Se buscan resultados medibles y casi de forma inmediata. Tema explicado, tema evaluado. Así, un trimestre puede convertirse en una colección de notas por cada tema y esta estrategia condena a los procesos de reflexión, análisis, interpretación, debate e investigación (procesos de construcción de un pensamiento crítico y autónomo) a mantenerse en situación de espera. El resultado: curriculums inmaculados y escasas competencias.



La evaluación: tan necesaria como imprescindible

Lo que no se evalúa se devalúa. Es necesario evaluar como primer paso para lograr una mayor calidad en las prácticas docentes.
No en vano se afirma que las formas que emplea un colegio para evaluar reflejan las concepciones sobre el aprendizaje que éste tiene.

La evaluación no tiene valor por sí misma, sino que debe estar al servicio de unas finalidades claras, de unos objetivos bien definidos, de una metodología eficaz, etc. De esta forma en que evaluamos, los alumnos son receptores, meros espectadores del proceso evaluativo y no agentes de evaluación.

¿Cuántos centros escolares o cuantos profesores toman medidas sobre su acción pedagógica a partir de la información que nos da la evaluación? Pocos. Siempre es el alumno el que debe cambiar para mejorar sus resultados: estudiar más, hacer los deberes, esforzarse, trabajos extra, clases particulares… ¿No debería el profesor y el centro modificar algún aspecto que beneficie el aprendizaje de sus alumnos? ¿Implementar otros métodos que respeten los ritmos de aprendizaje, diversificar y enriquecer la evaluación, diseñar múltiples tareas para satisfacer las múltiples formas de aprender de nuestros alumnos,  modificar los recursos didácticos, potenciar la actividad en el aula…?

Las notas son el instrumento y no el objetivo. La calidad de los aprendizajes no puede medirse con un número.  ¿Tiene mucha importancia que un alumno conteste perfectamente (con un sobresaliente) un examen donde la única exigencia sea reproducir un contenido de un libro de texto, una definición o un concepto? Da información sobre si tiene buena memoria y repite fielmente lo que aparece en la lección, pero ¿eso es aprender?  ¡Cuidado con ese engaño que consiste en identificar aprobar con saber! Lo preocupante en España no es el número de suspensos o los que abandonan el sistema educativo (siendo preocupante ese 30% que no tiene sitio en este sistema y al que calificamos como “fracaso escolar”), creo que es más peligroso el ejército de alumnos que aprueban sin saber nada o sabiendo muy poco.

El ejemplo de Finlandia: el país líder en resultados según  todas las evaluaciones internacionales como PISA
En sentido estricto, la evaluación escolar en Finlandia, es motivadora. Hasta los 9 años los alumnos no son evaluados con notas. Desde esa edad los alumnos son evaluados por primera vez, pero sin emplear cifras. Después no hay nada nuevo hasta los 11 años. Es decir que en el período equivalente a nuestro 5º año básico… los niños sólo pasan por una única evaluación. 

Esto significa que la adquisición de los conocimientos fundamentales puede hacerse sin la tensión de las notas y controles y sin estigmatizar a los alumnos más lentos. Cada uno puede progresar a su ritmo…sin darse cuenta si no sigue al ritmo requerido por las exigencias académicas… Nos referimos a ese sentimiento de deficiencia o incluso de "inutilidad" que produce tantos fracasos escolares posteriores; esa imagen deteriorada de sí mismo, que, para muchos alumnos, implica que los primeros pasos escolares por el camino del conocimiento generen a menudo…angustia y sufrimiento.

Finlandia ha elegido confiar en la curiosidad de los niños y en su sed natural de aprender.

Las notas en esta fase no serían más que un obstáculo. Ello, por supuesto, no excluye informar a las familias regularmente sobre los progresos de sus niños. Por ejemplo, en una escuela local se envían boletines informativos dos veces al año. Las notas expresadas en cifras aparecen  en el 6º año, cuando los niños ya tienen 13 años.


¿Dando ejemplo?

Uno de los datos más significativos en este asunto es que los estudios internacionales (en este caso, TALIS) muestran cómo el profesorado declara que nunca ha sido evaluado y el dato de España es de los más altos. Tampoco la mayoría de los centros escolares, más allá de la rutina de la “Memoria” y otro papeleo burocrático e inútil: horarios ficticios, programaciones copiadas....Y es que, una vez aprobada la oposición, no hay más evaluación de nuestra práctica docente. No hay una cultura evaluadora en España para actualizar y mejorar la acción docente. Cuando hablamos de evaluación siempre nos referimos a la evaluación del alumno, situándonos además frente a ellos; responsabilizando, cuando no culpabilizando, en exclusiva a los alumnos de los resultados de su aprendizaje.  Más injusto aun cuando no les permitimos intervenir en ese proceso de evaluación, sino que siguen siendo agentes pasivos, espectadores de su propio aprendizaje.





CONCLUSIONES:


 1-    Que la evaluación no puede separarse del proceso de aprendizaje, forma parte de él. Las tareas de evaluación deberían integrarse de verdad en el proceso de aprendizaje terminando de una vez con las “evaluaciones terminales”, entendidas como fin de un proceso de enseñanza o “trimestre”. No debemos separar el tiempo en que se enseña  y el tiempo en que se demuestra lo que se ha aprendido (evaluación). Si aceptamos que la cuestión esencial no es averiguar quiénes son capaces de hacer las cosas bien y quiénes no, sino lograr que la gran mayoría consiga hacerlas bien, es decir, si aceptamos que el papel fundamental de la evaluación es incidir positivamente en el proceso de aprendizaje, es preciso concluir que ha de tratarse de una evaluación a lo largo de todo el proceso y no de valoraciones terminales

 2-    Que los profesores no podemos situarnos en la evaluación frente a los alumnos, como si no tuviéramos nada que ver: Nuestro lugar es más junto a ellos, codo con codo, y no cara a cara. La evaluación no es un instrumento de constatación de resultados, es también y, sobre todo, un instrumento de intervención educativa.

 3-    Si realmente se pretende hacer de la evaluación un instru­mento de seguimiento y mejora del proceso, es preciso no olvidar que se trata de una actividad colectiva, de un proceso de enseñanza/ aprendizaje en el que el papel del profesor y el funcionamiento del centro constituyen factores determinantes. La evaluación ha de permitir, pues, incidir en los comportamientos y actitudes del profesorado. Ello supone que los estudiantes tengan ocasión de discutir aspectos como el ritmo que el profesor imprime al trabajo o la manera de dirigirse a ellos, o explicar o plantear las actividades. Y es preciso evaluar también el propio currículo, con vistas a ajustarlo a lo que puede ser trabajado con interés y provecho por los alumnos y alumnas.  En Primaria, tenemos un currículo absurdo y excesivo. Los objetivos de esta etapa se pueden resumir en lecto-escritura correcta, adecuada comprensión verbal, adquisición de automatismos matemáticos básicos y un hábito de estudio correcto. Lo básico de la educación básica. Dotar a nuestros alumnos de estrategias y recursos para aprender a aprender y a los profesores, a aprender a emprender nuevas prácticas innovadoras. De esta forma los estudiantes aceptarán mucho mejor la necesidad de la evaluación que aparecerá realmente como un instrumento de mejora de la actividad colectiva.

 4-    Que debemos cuestionar y relativizar la importancia de las calificaciones escolares. Debemos salir de ese juego tramposo, de esa espiral absurda de identificar las “buenas” notas con el éxito y las “malas” con el fracaso. Que hay que enriquecer las notas con valoraciones y descripciones de logros y dificultades. Desgraciadamente, en ese juego también jugáis las familias: padres que solo miran el número de Insuficientes;  padres que si está todo aprobado se dan por satisfechos sin intentar ir más allá; padres que no acuden al colegio a hablar con los profesores de su hijo "porque va bien" ( y otros, hay que decir, aunque vaya mal); padres que "exigen" una determinada nota a sus hijos con una presión excesiva; padres que "premian" con regalos las buenas notas de sus hijos cuando tan solo han cumplido con su deber;  un juego, en definitiva, que valora a los alumnos más por lo que hacen que por lo que son. Muchos no os veréis identificados con estas palabras y lo entiendo, hay familias y padres que no juegan a esto y , vaya por delante, que no pongo en duda las buenas intenciones de todos de unos y otros

 5-    Que toda evaluación lo es si conlleva toma de decisiones en todas direcciones: alumnos, familias y profesores, todos en sus ámbitos, debemos evaluar para modificar e introducir mejoras.

 6-    Que las notas, tal y como están concebidas, no contribuyen a la mejora de la calidad del sistema ni a transmitir una idea correcta de qué es el aprendizaje .  En Primaria sería deseable una eliminación de las notas escolares, y sustituirlas por una evaluación realmente formativa, como hacen ya en otros países europeos de referencia mundial. No hablamos de entelequias o de ciencia ficción. En muchos países europeos, con sistemas educativos de reconocido prestigio, ya se hace. Y la ley lo permite: ¿dónde dice que tengamos que entregar ese boletín que sale del programa informático? Dice literalmente, "de acuerdo con los modelos establecidos por el centro? Mi propuesta es ESTABLECER un modelo de evaluación diferente al que tenemos ahora.


      La ley  (Orden 1028/2008 de 29 de febrero de la Comunidad de Madrid, que regula la Evaluación en Primaria)



      Solo obliga a que se indiquen las notas en el informe por escrito de la evaluación final y la promoción a otro curso (punto 2). Sin embargo, habla de comunicación fluida, de eficacia, de información más específica,... ¿cumplimos eso con nuestros boletines? ¿por qué no eliminar las notas hasta final de curso cambiándolas por un informe exhaustivo del proceso de aprendizaje del alumno?

 7-    Que debemos optar por una escuela integradora e inclusiva. Que la excelencia sin equidad, se llama elitismo. ¿Cuánta marginación podría evitarse con evaluaciones más completas? ¿Cuánto sufrimiento y ‘nuevas enfermedades’ (TDA, TDH, dislexia, estrés y depresión infantil, trastornos alimenticios, etc) desaparecerían con otros modelos de evaluar? ¿Cuándo dejaremos de clasificar a las personas por la medición de una ínfima parte de sus capacidades? ¿Cuándo empezaremos a fomentar y evaluar ‘otras’ (no sólo las cognitivas) capacidades? ¿Cuándo empezaremos a desarrollar modelos de colaboración en lugar de modelos de competencia cada vez más agresiva? 

 8-    Que entre las pocas “medidas” que tomamos solemos decantarnos por la repetición (de nuevo, el problema lo tiene el alumno en exclusiva). España tiene un 35% de tasa de repetición, una de las más altas de Europa. En muchos países, no existe la repetición en Primaria.  Todos los estudios e investigaciones demuestran que la repetición es casi siempre ineficaz; solo sirve cuando se modifica el contexto en que se sitúa al alumno repetidor para que lo último que haga sea “repetir” nada. Todo ha de ser nuevo, la mera estancia un año más no garantiza ninguna mejora en el aprendizaje.  Un asunto controvertido que deberíamos, al menos, debatir reflexivamente.

 9-    Como docentes tenemos que ayudar a los padres a comprender el significado de las calificaciones escolares mediante otros instrumentos de evaluación  y a buscar estrategias conjuntas de actuación  para realzar las fortalezas y reforzar puntos débiles (y no solos ante los suspensos). No creo que las notas, tal y como os las entregamos, sirvan para "informar" realmente de cómo va vuestro hijo, de sus logros y dificultades, de sus relaciones sociales, de sus estrategias de aprendizaje, de sus  valores personales y sociales, de sus necesidades cognitivias, de su potencial aprendiz, de su integración social...y tantas otras cosas. 

 10- Dime qué y cómo evalúas y te diré qué y cómo enseñas (y qué y cómo tus alumnos aprenden).









lunes, 1 de septiembre de 2014

LA REFORMA EDUCATIVA ( Y VAN....)

Seguro que ya sabréis que este curso 2014-15 entra en vigor una nueva reforma educativa.  En principio no va a afectar mucho a este grupo porque dicha reforma se aplicará este curso en 1º, 3º y 5º y comenzará a aplicarse el año que viene (2015-16) en los cursos pares, 2º, 4º y 6º. Aún así, en la medida en que va a influir en la organización y en la vida del colegio es una cuestión importante y conviene estar informado (además, dará que hablar, seguro que sí...), además sí les afectará a su llegada al Instituto de Secundaria.
 
Veamos qué cambios nos trae la nueva ley (en Primaria) y luego comentamos algunas cosillas:
 
- la estructura del sistema educativo cambia.  Desaparecen los tres ciclos  y la Primaria se organiza en 6 cursos casi independientes.
 
- las asignaturas: 
    - se dividen en materias  troncales y específicas (todas ellas obligatorias)
      troncales:  lengua española , matemáticas, sociales, naturales,  inglés
      específicas:  educación física  y religión/ valores sociales y cívicos
      además habrá que elegir UNA entre estas cuatro:  Artística, Segunda Lengua, Religión y Valores 
      Sociales y Civicos (sí, otra vez). En la Comunidad de Madrid se "recomienda" a los centros optar
     por la Educación Artística.
- se incluye la posibilidad de incluir materias de libre configuración (algo que en la práctica será sumamente difícil debido a horarios, especialidades del profesorado, etc...).
 
Como se puede ver se elimina el Conocimiento del Medio y se cambia por dos materias (Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales).   Se incluye Valores Sociales y Cívicos en lugar de la llamada "Ética" o "Atención Educativa" para aquellos alumnos que no opten por la Religión.
 
 
 
 
- otra cuestiones:
- se realizará un examen en 3º de Primaria , parecido al CDI  (establecido por las Comunidades) que ahora se realiza en 6º.  Según los resultados se tomarán medidas de apoyo, refuerzo... (repetición incluida, aunque puede repetirse en cualquiera de los 6 cursos de Primaria. Solo se podrá repetir UNA  vez en toda la etapa).
- se realizará un examen en 6º de Primaria (establecido por el Ministerio)
- el Consejo Escolar pasa a ser un órgano meramente consultivo, sin poder de control o decisión en la gestión del colegio.
 
- Hay algunos cambios más que en la práctica tendrán poca repercusión.

Lo que SÍ me parece importante y grave es la filosofía que sustenta la reforma. Filosofía y sobre todo IDEOLOGÍA.  Se puede comprobar en la redacción de la ley, en los fines que persigue, en los contenidos elegidos, ..   Creo que es un claro retroceso en el concepto de lo que debe ser el derecho a la educación.
Otro asunto controvertido es el NUEVO CURRÍCULO PARA PRIMARIA EN MADRID (contenidos, criterios de evaluación, horario...).  Digo controvertido con conocimiento de causa. En mi opinión, se ha redactado con un NULO RIGOR PEDAGÓGICO y evidentes contradicciones internas.  Ya lo hablaremos detenidamente, creo que merece más atención.
 
Otro día dedicaremos también algún comentario a los cambios en LA ETAPA DE ESO, que también hay. (no entran en vigor hasta el curso que viene y lo hará en 1º y 3º de la ESO).

Os dejo algunos enlaces para aquellos que quieran saber más


DOCUMENTO OFICIAL DE LOMCE, BOE

ANÁLISIS Y CRÍTICA DE LA LOMCE,  SINDICATO TRABAJADORES DE ENSEÑANZA

RECOPILACIÓN DE NOTICIAS PRENSA SOBRE REFORMA.

 
 
 

martes, 26 de agosto de 2014

LOS LIBROS DE TEXTO: UN GASTO INNECESARIO

Se acerca el inicio de un nuevo curso escolar y comienzan a escucharse las noticias sobre lo que costará a las familias "la vuelta al cole" (a pesar de que nuestra Constitución habla de enseñanza "obligatoria y gratuita").   El tema no es nuevo y todos los años, por estas fechas, vuelve a la actualidad.  Siempre he tenido la idea de que es una discusión absurda: hace más de 10 años que no utilizamos libros de textos en el Tercer Ciclo de Primaria.
Y mira tú por donde se añade a las razones pedagógicas, que ahora comentaré, otro motivo más: el gasto innecesario y desorbitado de los libros de texto (cuyo único motivo es el negocio de las editoriales y otros grupos de presión (luego volveré a este punto, que es muy curioso). Y más teniendo en cuenta la crisis que estamos padeciendo unido a los recortes en becas, la subida de impuestos y la bajada de salarios.  Hasta la propia Consejería de Educación recomienda a los centros "limitar" el uso de los libros o al menos tener en consideración otros criterios (descarga de recomendaciones a los colegios)(usar materiales digitales, potenciar la biblioteca, elegir lo más económico, etc...)




Vayamos al asunto clave:  en mi opinión no se trata de ¿libros sí o libros no?. Libros de texto, sí, siempre que no se trate de un ÚNICO LIBRO DE TEXTO para todos los alumnos.  En un aula encontramos siempre al menos 3 niveles (aunque cada alumno es por sí mismo diferente), referido a intereses y capacidades. El libro de texto supone una PROPUESTA ÚNICA, cerrada, dirigida a todos los alumnos: los más avanzados (para los que el libro se "quedará corto"); un grupo intermedio (al que el libro puede servirle de referencia) y un grupo de alumnos con dificultades ( al que el libro le queda muy lejos de sus posibilidades).  En definitiva, si nos planteamos ATENDER A LA DIVERSIDAD de la mejor manera posible no podemos trabajar con un libro de texto para toda la clase.
Por otro lado, el libro de texto supone la desprofesionalización del maestro. El libro suplanta al profesor y se convierte en el referente máximo: dice qué se enseña, qué ejercicios deben realizar los alumnos, qué preguntas deben hacerse sobre una lectura y hasta nos índica qué debemos evaluar en cada tema. No se tienen en cuenta las diferencias individuales  y NO RESPETA LOS RITMOS DE TRABAJO, los ESTILOS COGNITIVOS de cada alumno.  Como docente me niego a que unos señores de una editorial me digan qué lectura debo utilizar con mis alumnos (que ellos no conocen), qué preguntas debo hacerles, qué preguntas debo realizar en los exámenes, qué es importante y qué no, ... Si fuera así ¿en qué consiste exactamente la tarea de "ser profesor"? ¿en "aplicar" lo que viene en los libros y las guías?  Creo, sinceramente, que ser profesor el algo más complicado. Creo que nadie mejor que el profesor, que conoce a todos sus alumnos, para seleccionar los contenidos, diseñar los materiales, preparar preguntas y planificar la evaluación dentro de un plan de trabajo ajustado que dé respuesta a las necesidades reales de sus alumnosNadie puede suplantar al profesor. (pensemos lo absurdo de creer que pueden ser útiles los mismos contenidos para alumnos de una aldea rural o un centro urbano de una gran capital; de un colegio en zonas deprimidas o en entornos de clase alta;  o para los alumnos de un mismo centro año tras año, como si todos los grupos fueran exactamente iguales).
El libro de texto, además, transmite una visión muy negativa del propio aprendizaje.  Si aprender (como decía en el post anterior de este blog) es repetir lo que aprendo de memoria, el libro es una buena opción.  El conocimiento es entonces algo inmóvil, fijo, ya determinado, que puede "aprenderse" de memoria y "volcado" en un control y el alumno será bien evaluado cuánto más se parezca su respuesta al original). Si aprender es construir conocimiento, crear y apropiarse de los contenidos, el libro deja de ser fundamental.  Hoy día, con la introducción de las TIC en las aulas, no hay excusa para no enriquecer  las clases con el uso de otros materiales. La visión antigua de que los alumnos son "cubos que hay que llenar" mientras asisten pasivos ante la autoridad del que sabe (profesor o libro, da igual) ha dejado de ser válida en el siglo XXI. Los alumnos son, cada vez más, "hogueras que hay que encender" y prepararles para la vida que van a vivir y las nuevas exigencias de una formación profesional y personal que hoy demandan los nuevos tiempos.
Claro que los libros dan comodidad y seguridad. Tanto a profesores como a vosotros, los padres y madres de alumnos. Pero creo que es una seguridad falsa porque ayuda a transmitir esa idea de aprendizaje que antes he expuesto y que va a perjudicar gravemente la formación de los alumnos como estudiantes autónomos, críticos, reflexivos..
¿libros?, claro que sí,  libros muchos, de distintas editoriales y distintos cursos;  libros de texto pero también de lectura, de consulta, diccionarios, enciclopedias; pero no solo un libro de texto. De todos modos, más importante de esta discusión sobre los libros es el asunto del aprendizaje que traté en el post anterior. Si no utilizo libro de texto pero lo cambio por apuntes pero la actividad de alumno sigue siendo receptivo/pasiva no habremos avanzado nada.(lo mismo que si cambio la pizarra por otra digital pero sin que cambie la tarea del alumno).  Soy partidario de metodologías activas que promuevan un aprendizaje cooperativo, reflexivo, con participación activa del alumnado. En Primaria no hay nada más importante que "enseñar a pensar" y "aprender a aprender" y todo eso cuaja muy mal con metodologías basadas en un único libro de texto. 
 
No quiero que resulte cursi o prepotente mi última reflexión pero no creo en la falsa modestia. El reconocimiento que hemos recibido por  nuestro trabajo en los últimos años  ( a través de proyectos de trabajo,  de grupos cooperativos, de uso creativo de las TIC...) viene a confirmar mi idea de que vamos por buen camino ( Finalista en los IV y V Premios Impuls a la mejor actividad de integración TIC en el aula; Finalista en el Congreso Internacional Educared en modalidad  Experiencias Didacticas;  Finalista Premio Acción Magistral 2012;  Sellos de Calidad en proyecto eTwinning; Premio Europeo 2014 en promoción lengua española; Sello Buenas Prácticas Iberoamericanas Leer.es;...).  Expertos españoles e internacionales han reconocido el valor de nuestra propuesta y lo acertado del planteamiento pedagógico.

 
 
Hasta aquí mis reflexiones sobre este tema.
 
Para terminar, si alguien le interesa,  dejo algunos datos sobre el NEGOCIO DE LOS LIBROS DE TEXTO:
 
El negocio de los libros viene determinado por las presiones de dos grupos económicos: la Iglesia y las Editoriales.
 
El primer grupo empresarial en volumen de negocio lo constituye la Iglesia Católica, que no satisfecha con los casi cinco mil millones de asignación directa del estado, ha tejido una maraña de empresas omnipresentes en el ámbito educativo. La Iglesia es propietaria –total o parcial- de las siguientes editoriales:
Grupo SM: Fundada por religiosos marianistas. En la actualidad opera en 9 países. El acrónimo SM significa "Santa María".
​* Grupo Edebé: Fundada por la Congregación Salesiana. Hace negocio en todo el mundo con editoriales propias en Argentina, Chile y México. En el País Vasco tiene el sello Giltza, en Galicia Rodeira, en la Comunidad Valencia Marjal y en Andalucía Guadiel.
Editorial Edelvives: El Grupo Editorial Luis Vives pertenece al Instituto de los Hermanos Maristas y mediante su editorial intentan fomentar lo que ellos denominan "humanismo cristiano".
Editorial Bruño: Fundada por el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. Como buenos empresarios, y para ampliar su patrimonio, en 2001 los Hermanos de La Salle llegaron a un acuerdo de venta con el grupo francés Hachette Livre, del que también forma parte el grupo editorial español Salvat. De hecho, existe una línea denominada "Publicaciones Generales Bruño-Salvat" que cuenta con un catálogo especializado en publicaciones infantiles y juveniles, con personajes como Kika Superbruja, Astérix, Titeuf...
Hay que resaltar que la Iglesia católica impone los libros de texto de sus editoriales en los más de 2.600 centros educativos públicos que gestiona directamente, lo que redondea el negocio y el adoctrinamiento que practica.
El segundo grupo son:

* Hachette Livre. Precisamente, otro importante beneficiario es el grupo Hachette que, aparte de la editorial católica Bruño, también se hizo en 2004 con el importante Grupo Anaya donde se incluyen marcas como Algaida, Vox, Cátedra, Pirámide o Alianza.

Este grupo es propiedad del conglomerado francés Lagardère que, además de dedicarse a la publicación, tiene una línea de negocio armamentística a través de la sociedad EADS, creadora, entre otros proyectos, del Airbus.

Grupo PRISA. Es el gigante de la comunicación española, propietario de El País, la Cadena Ser, etcétera. Su sección de negocio editorial lo comprende la Editorial Santillana, de la que recientemente ha vendido un 25% del capital al fondo de inversión estadounidense Liberty.
El nuevo consejo de administración de PRISA está integrado por personajes como Ernesto Zedillo, expresidente de México bajo cuyo mandato se produjo el levantamiento campesino del EZLN, Nicolas Berggruen, con un patrimonio personal de más de 2.000 millones de dólares o, como no, Juan Luis Cebrián, hijo de Vicente Cebrián, importante cargo de la prensa franquista y director del diario Arriba de la Falange.
 
 

sábado, 15 de marzo de 2014

¿QUÉ Y CÓMO APRENDEN NUESTROS HIJOS?

Me gustaría comenzar este blog con un tema importantísimo, de plena actualidad y nada sencillo.   Los cambios tecnológicos, sociales, económicos y culturales del siglo XXI nos llevan a constatar que se están produciendo cambios en la forma de aprender del ser humano.  ¿Qué respuesta da a estos cambios el sistema educativo?

Os pongo un ejemplo: si un cirujano de hace 40 o 50 años se metiera en un quirófano hoy día encontraría serias dificultades para ejercer su labor: los avances tecnológicos en medicina aplicada y el conocimiento científico les impediría realizar su trabajo.
Pensemos en Fray Luis de León, ese profesor del "decíamos ayer...." (frase con la que comenzaba su clase cada día y así hizo tras 5 años encarcelado injustamente y ser liberado). Si tras 5 siglos entrara en un aula de nuestro sistema educativo, ya sea colegio o instituto, no le supondría mayor esfuerzo, no ha cambiado a grandes rasgos el contexto de la enseñanza  y no nos llamaría la atención.
¿No creéis que es para pensarlo?  La escuela sufre un desfase metodológico y pedagógico incuestionable. 

Seguimos con un  enfoque centrado en la enseñanza  más que en el aprendizaje, en el profesor y no en el alumno.  Se suele dar más importancia al temario establecido que a atender a las peculiaridades, necesidades o curiosidades de los estudiantes; a lo que el profesor conoce, más que a lo que el estudiante necesita; al procedimiento establecido, más que a las dinámicas vivas del aula; a la teoría, más que a la práctica; a la exposición magistral, más que al trabajo colaborativo de los estudiantes; al dictado del profesor, más que a la presentación de trabajos; a la información literal, más que a estimular la singularidad creativa; al examen como único instrumento de evaluación, más que a la evaluación continua (real, no ficticia); al estudio individual, más que a los trabajos especiales como forma monitorizada de descubrimiento y aprendizaje; a la ciencia en el aula, más que a la ciencia en el laboratorio; al libro de texto, más que a los recursos tecnológicos coherentes y eficaces; al libro único, más que al entrenamiento en el manejo de documentación complementaria; a las calificaciones, más que a las notas con propuestas directamente orientadas a la mejora, y, lo más relevante en mi opinión: al aprendizaje memorístico, más que al aprendizaje significativo. Entre otras cosas, porque hoy día apreciamos y necesitamos algo que antiguamente se valoraba menos: el pensamiento crítico, la creatividad, la divergencia intelectual, la libertad de razonamiento, la búsqueda de nuevos caminos.

Esto tiene relación con la actitud que "enseñamos" a nuestros alumnos: una actitud absolutamente pasiva. Un alumno puede sentarse a las 9 de la mañana y salir a las 2 sin haber dicho ni "mu". Y a vista de todos será "un buen alumno".  La escuela es un lugar  donde no se discute "la sabiduría" que reside en el libro de texto o en la palabra del profesor.  Seguimos enseñando a nuestros alumnos que su "trabajo" es memorizar conceptos y  repetirlos, conceptos superficiales que olvidan rápidamente y que no llenan de significado.  Nos encontramos continuamente con alumnos desmotivados hacia todo lo escolar.  ¿Estamos educando a nuestros niños y niñas para la vida que vivirán en el siglo XXI?
 
Lo que sí tengo claro es
- que no se aprende por el "mero contacto" con el saber (del profesor o del libro).
- que aprender no es reproducir y repetir conceptos. (la memoria es fundamental para el aprendizaje pero no es la base del conocimiento científico).
- que el aprendizaje es un acto de voluntad (¿por qué no tienen esa voluntad nuestros alumnos?)
- que no todos los niños aprenden igual y tampoco "tienen" que aprender lo mismo y en el mismo momento.
- que la actitud positiva es la actividad, la duda, la reflexión, la participación, la discusión, el debate, la investigación, la creatividad. ¿pero cómo queremos que nuestros alumnos sean creativos si les decimos en cada momento qué tienen que hacer, cómo y cuándo hacerlo?
- que nuestra mayor obligación (padres y maestros) es suscitar el deseo de aprender.
- que debemos dotar a los niños y niñas de las herramientas e instrumentos imprescindibles para aprender y la primera es la curiosidad intelectual y las técnicas de trabajo. Debemos enseñar a pensar.


 

domingo, 26 de septiembre de 2010

FINALISTAS !!!!


La Fundación IMPULS nos ha elegido como finalistas en la V edición del Premio Impuls a la MEJOR EXPERIENCIA DE INTEGRACIÓN TIC EN EL AULA. Con este reconocimiento completamos un curso escolar muy intenso: finalistas en la IV edición del Premio Impuls, Finalistas entre las más de 300 experiencias didácticas del Certamen Internacional Educared, además de ser galardonados con los Sellos Nacional y Europeo de Calidad por nuestro proyecto europeo Etwinning de hermanamiento escolar. Este reconocimiento nos anima a seguir en esta línea. Gracias a todos los alumnos y alumnas que habéis participado en estas experiencias.
Más información...

domingo, 21 de marzo de 2010

NADANDO ENTRE BLOGS: UNA EXPERIENCIA DE USO DE EDUBLOGS EN PRIMARIA

Los alumnos y alumnas de 6º B del Colegio Ventura Rodríguez tenemos una web. Se llama LENGUAWEB. Ahí tenemos lecturas, poesías, juegos, ejercicios de gramática, de ortografía... y los deberes de cada día. Tenemos un chat para hablar con los compañeros y un foro para debatir sobre muchos temas interesantes. Además, se puede enlazar con todos nuestros BLOGS que tenemos en clase, que son muchos.








- LA ENSALADA DE LETRAS con relatos, cuentos y poemas recitados por nosotros mismos.


- DIVERBLOG con adivinanzas, trabalenguas, colmos, chistes y exposiciones de clase.


- FLASHPLAY con vídeos chulísimos y fotos estupendas

- APRALABRA. El blog de palabras apadrinadas por nosotros y el diccionario loco y juegos de vocabulario.


- BIOVIPS. ¿Quién es...? presenta personajes importantes para la Historia.


- REVISTA DE PRENSA con noticias de nuestra vida escolar y una ventana abierta al mundo


- NUESTROS LIBROS PREFERIDOS para comentar lo que leemos en clase y en casa y recomendar los mejores libros.

- WIKIGRAMAR, es una wiki que creamos entre todos para estudiar la gramática.

- Para celebrar el Centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández hemos creado un BLOG y una WIKI . Ciempozuelos rendirá así homenaje (alumnos, padres y profesores) a uno de los más grandes poetas españoles: podrás leer y escuchar poemas, ver vídeos, escuchar canciones, y aprender mucho sobre este magnífico poeta.


También tenemos otros blogs para dos actividades especiales porque las hacemos de forma colaborativa con otros colegios:


- el BLOG DE ESCUELAS VIAJERAS que junto con la WIKI creamos con los compañeros de otras Comunidades (Cantabria y Andalucía 2009) y (Asturias y Burgos, 2010).


- el BLOG del proyecto ETWINNING con nuestros compañeros europeos (griegos 2009 y polacos 2010) y la WIKI de éste último proyecto. Este año 2010 NUESTRO PROYECTO HA SIDO GALARDONADO CON EL SELLO EUROPEO DE CALIDAD. Además compartimos otros blogs como el dedicado a Chopin, en este año de su bicentenario.

Para este hermanamiento se han realizado múltiples tareas: murales, posters, vídeos, presentaciones, galerías fotográficas, redacción de noticias, recitado de poemas, confección de recetas de cocina, bailes y danzas del mundo, juegos populares y hasta estamos escribiendo un cuento ilustrado juntos.


El origen de estas experiencias fue el proyecto LA CHINA EN EL ESTANQUE, que fue seleccionado como finalistas en el IV Premio de la Funcación Impuls a la mejor experiencia de integración TIC en el aula.



Fuen un impulso importante que dio prestigio a nuestro centro y animó a muchos padres y compañeros a participar. Sin ese premio no hubiera sido posible continuar este curso con el nuevo proyecto: NOS HA TOCADO LA CHINA: NADANDO ENTRE BLOGS.

Además las herramientas creadas (blog, wiki) para las experiencias de Escuelas Viajeras y del Proyecto Etwinning han sido recomendadas por la revista Educawiki por su contenido de calidad.

También se ha divulgado la noticia a través de la revista digital Zig Zag y a través del Congreso Educared al que tuvimos el honor de participar.

Este proyecto ha servido para diseñar por parte del profesorado actividades propias para su uso con los alumnos. Se han utilizado programas como JClic, Hot Potatoes, Flash, Webquest, etc...